Lograr una precisión dimensional final en piezas de aluminio anodizado requiere cálculos de pre-mecanizado precisos para tener en cuenta el crecimiento de la capa anódica. A diferencia de un simple recubrimiento, el anodizado convierte la superficie del aluminio en óxido de aluminio, que ocupa más volumen que el metal base consumido. Esto resulta en cambios dimensionales que deben ser factorizados en el inicial tolerancias de mecanizado.
Para el anodizado estándar (Tipo II), el crecimiento de la capa de óxido es aproximadamente un tercio del espesor total del recubrimiento, con los otros dos tercios penetrando en el material. Para anodizado duro (Tipo III), el proceso es más agresivo, resultando en una división 50/50 entre el crecimiento de la superficie y la penetración del material. Por lo tanto, para una capa dura de 0.002″ (50 µm), la superficie crecerá en 0.001″ (25 µm). En consecuencia, una característica externa se hará más grande, y una característica interna como un agujero se hará más pequeña por el doble del valor de crecimiento (una vez por lado). Un control dimensional adecuado comienza en la etapa de diseño, donde los ingenieros deben especificar las dimensiones previas al anodizado para cumplir con las tolerancias finales posteriores al proceso, un paso clave en cualquier acabado de aluminio flujo de trabajo.
Pros y Contras del Impacto Dimensional del Anodizado Duro
Pros:
- Crea una superficie extremadamente dura y resistente al desgaste.
- El espesor significativo puede salvar piezas que son ligeramente de tamaño inferior.
- Ofrece una resistencia a la corrosión superior en comparación con el anodizado regular.
Contras:
- El cambio dimensional sustancial requiere cálculos de tolerancia de pre-mecanizado muy cuidadosos.
- Puede aumentar la rugosidad de la superficie e impactar negativamente en las esquinas afiladas.
- Puede revelar defectos del material subsuperficiales no visibles antes del proceso.
Cómo lo hacemos Nuestro proceso comienza confirmando el tipo de anodizado especificado y el espesor de recubrimiento requerido. Luego aplicamos la relación de crecimiento correcta (50% para capa dura, 33% para regular) para calcular el necesario margen para anodizado y ajustar en consecuencia las dimensiones de mecanizado del pre-tratamiento.
Resultado esperado Al implementar esta gestión dimensional precisa, la pieza final cumplirá con todos los requisitos críticos de tolerancia después del anodizado, asegurando un ajuste y funcionamiento adecuados en su ensamblaje.